La Gran Muralla China es uno de los
destinos más visitados por los turistas llegados a China, y no es para
menos, ya que ostenta diversos títulos mundiales, como el de la mayor
obra arquitectónica construida por el ser humano. No obstante, igual que
ocurre con otras grandes maravillas del mundo, la Gran Muralla cuenta
con toda una colección de mitos y curiosidades bien entretenidas, de
entre las que he seleccionado las siguientes:
1. La Gran Muralla no es una, sino varias construidas y mantenidas durante diversas dinastías
La
mayoría de las referencias de la Gran Muralla apuntan al tramo de
Badaling (八达岭), situado a hora y media de carretera desde el centro de
Pekín, y en el que se puede disfrutar de varios kilómetros de muralla
construida principalmente durante la dinastía Ming (1368–1644).
Sin
embargo, vista a escala nacional, esta obra presenta toda una red de
murallas que se extienden por la franja norte con un total de 21.196,18
kilometros, desde la provincia de Xinjiang a la de Hebei, y que fueron
construidas en periodos que se remontan hasta más allá del Siglo V antes
de la Era Común.
2. Su parte más transitada está llena de grabados y pintadas realizadas por los visitantes
Especialmente
en los tramos más transitados, los grabados sobre la roca y grafitis
ocupan la superficie de todo muro mínimamente accesible, lo cual
probablemente convierte a la Gran Muralla en una de las maravillas
arquitectónicas más marcadas o maltratadas por los turistas, según
juzguemos esta costumbre tan popular. Por cierto, no todos los nombres
inscritos pertenecen a ciudadanos chinos…
3. Los chinos no la consideraron como un símbolo destacado hasta prácticamente el Siglo XX
Debido,
en parte, a que diversos historiadores asociaron su origen con el
tiránico reinado de su primer emperador, así como a su función
esencialmente defensiva, la Gran Muralla no ocupó un lugar destacado
entre las joyas del patrimonio cultural chino hasta que aumentó
significativamente la llegada de viajeros occidentales, entre quienes
causó una gran impresión.
De hecho,
la baja estima de los chinos hacia esta proeza podría explicar la razón
por la cual, ni Marco Polo ni muchos otros visitantes adelantados
hablasen de ella al referirse a las glorias y milagros de China. Aunque
también tuvo que ver el hecho de que fuese asociada al tiránico primer
emperador de una China unificada, Qin Shi Huang.
Por
otra parte, es probable que el propio Mao Zedong tuviese mucho que ver
con su promoción, no solo por su idealizada visita al lugar, sino
también por su célebre frase: “no serás un héroe hasta que subas a la
Gran Muralla” (不到长城非好汉), aunque durante la Revolución Cultural su
gobierno la despreció como un símbolo del feudalismo y animó a los
lugareños a que se apropiasen de sus materiales en caso de necesidad.
4. Sus tramos más conocidos han sido ampliamente reconstruidos y restaurados
Durante
la Dinastía Qing, de origen manchú, las fronteras del Imperio se
extendieron mucho más al norte del territorio que protegía la robusta
muralla construida por los Ming, y sus necesidades de mantenimiento
descendieron hasta niveles que causaron un gran deterioro y numerosos
derrumbamientos.
(Si queréis comprobar su estado más allá del circuito abierto al público en Pekín, os recomiendo echar un vistazo a las fotos que sacó un aventurero durante una hazaña no apta para cualquiera.)
Además,
buena parte de las murallas conservadas en el extremo oeste del país
apenas suponen una hilera de barro que se alza unos pocos metros, y se
teme que en las próximas décadas decenas de kilómetros sucumban a la
erosión provocada por las tormentas de arena.
5. Solo limita parcialmente con la frontera de un país vecino: Corea del Norte
Efectivamente,
aunque en el pasado cumplió con la función de frenar las invasiones de
los reinos y tribus del norte, y durante ciertos periodos marcó la
frontera con los dominios mongoles, manchúes y coreanos, en la
actualidad, el norte de la Gran Muralla es -en su práctica totalidad- el
hogar de millones de chinos que habitan en provincias totalmente
asimiladas en la identidad china, como Liaoning, Jilin, Heilongjiang
(territorio manchúes), Mongolia Interior y Gansu.
6. Los trabajadores fallecidos durante sus obras no fueron utilizados como material de construcción
Aunque
se estima que un total 10 millones de personas murieron en los procesos
de construcción de las murallas, y hay constancia de que muchas de
ellas fueron enterradas en sus cercanías, no existe evidencia de que sus
cadáveres fuesen “reciclados” o utilizados para levantar los muros, ya
que, por ahora, no se han encontrado restos humanos en su estructura.
7. No puede verse desde el espacio a simple vista, ni mucho menos desde la Luna
Todos
hemos oído alguna vez aquello de que la Gran Muralla es la única
costrucción humana visible desde el espacio, e incluso hubo periodos en
que se decía que podía verse desde la Luna (antes de que el hombre
llegase a ella). Entre las principales bases de este supuesto se
hallaría las declaraciones del astronauta William Pogue, quien dijo
haber visto la muralla desde el Skylab, aunque más tarde se supo que lo
que había visto en realidad era el Gran Canal de China, otra de las grandes maravillas de este país.
En
realidad, los científicos de la nasa consideran que es realmente
difícil ver la muralla a simple vista desde una órbita baja, ya que no
solo harían falta unas condiciones climáticas excepcionales, sino
también una vista hasta 20 veces más aguda que la media entre los seres
humanos.
8. Uno de los primeros historiadores occidentales que escribió sobre ella era de Toledo
Se
llamaba Juan González de Mendoza (1545-1618), y aunque nunca viajó a
China, escribió sobre la Gran Muralla y otras muchas historias de China
gracias a la información que le llegaba de paisanos viajeros que sí la
conocieron. Por cierto, su libro Historia de las cosas más notables, ritos y costumbres del gran reyno de la China (1586), fue el primero en presentar los caracteres chinos a los europeos.
9. En 1899 fue objeto de un engaño y “metaengaño” relacionados con la Rebelión de los Boxers
Todo comenzó cuando unos periodistas de Estados Unidos crearon una historia
sobre unos empresarios partícipes de un proyecto consiste en derribar
la Gran Muralla para construir una carretera en su lugar. La noticia
falsa obtuvo tal eco, que, más tarde, el cantautor Harry Lee Wilber
llegaría a la conclusión de que dicho plan de negocios motivó la
Rebelión de los Boxers (1900), opinión que a su vez fue extendida por
diversos medios radiofónicos.
Sin
embargo, más tarde se supo que no solo el proyecto de derribo era falso,
sino que el malestar de los Boxers ya había sido alimentado por la
invasión germana de Shandong, ocurrida antes de la publicación del bulo.
10. Cada año, sus muros acogen una maratón y un festival de música electrónica (entre otros)
Además
de atraer a millones de turistas que se acercan a ella por el simple
interés de verla, tocarla y caminar por ella, la Gran Muralla es un
referente para los aficionados y profesionales de la maratón, ya que
cada año se celebra una competición que incluye vérselas con nada menos
que 5,164 escalones, lo que la convierte en una prueba mucho más dura
que la media.
Por suerte para los
interesados en ella, Antonio Broto, corresponsal de EFE y autor del
célebre blog Chinochano, escribió hace poco un artículo más que recomendable en el que relata su heroica hazaña.
Por
otra parte, en 2014, la Gran Muralla se convirtió en el lugar elegido
para celebrar el festival de música electrónica Yingyang, que también
espera repetirse cada año, y que nos muestra una faceta bien curiosa de
este referente del patrimonio cultural chino.
Fuente: http://www.historiasdechina.com/2015/06/17/10-mitos-y-curiosidades-de-la-gran-muralla-china/
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