Una vez más insistimos en que las aplicaciones de almacenamiento en la Nube de uso particular no sirven en la empresa. Por encima de todo, las empresas necesitan herramientas que las conduzcan a un mayor nivel organizativo. Poder organizar los documentos de la empresa es mucho más importante que la necesidad de que estén disponibles en la Nube.
Equivocadamente se sigue pensando que lo útil a nivel particular lo
será también en el entorno empresarial. Esto no es así y muchos lo
descubren por ellos mismos con aplicaciones muy populares como Drive y
Dropbox. Estas aplicaciones son muy populares porque son de uso
genérico pero no aportan nada a nivel organizativo en una empresa,
incluso son la semilla para generar caos.
Dice Elon Musk que “La gente cree y confía en lo conocido sin ni siquiera reflexionar“, se refería a aquellos que calificaban los coches eléctricos como lentos y con poca autonomía. En mi tierra hay un dicho “Cuando tu única herramienta es un martillo, todo te parece un clavo“, muchos han descubierto el almacenamiento en la Nube con estas aplicaciones y piensan que son válidas para todo.
Yo tengo una impresora en casa que me funciona de maravilla pero
nunca he pensado en llevarla a la oficina dónde estará en red y tendrá
que funcionar con doce personas mandando archivos a imprimir. Existen
impresoras para esto, son más voluminosas y tienen otras
características.
La buena experiencia a nivel individual con algunas Apps de almacenamiento en la Nube no significa que sean apropiadas en la empresa.
Como hemos dicho, aunque la experiencia particular con estas
aplicaciones sea satisfactoria a nivel individual, no debe concluirse
que son válidas en el entorno empresarial. Analizando un poco podemos
llegar a las siguientes conclusiones:
1) Son sincronizadores, pensados para almacenar una copia de los archivos de nuestro dispositivo en la Nube.
A nivel organizativo en la empresa el concepto es justo al revés, se
trata de mantener un lugar central de almacenamiento de los documentos,
el antiguo archivador. Un lugar central y único dónde los empleados
puedan acceder a la información. Estas aplicaciones proponen que los
cajones de las mesas de cada uno de los empleados sea el lugar dónde se
almacena la información, una información que de rebote se sube a la Nube
para que esté disponible. Este concepto tiene sus consecuencias en el
mundo real, pues el orden en la documentación solo se obtiene
asimilando que hay un lugar o “archivo central” organizado bajo ciertas
normas que todo el mundo conoce, todo lo demás es dispersar la
información y esto no beneficia el orden.
2) No cumplen ningún tipo de estándar de gestión ni normas legales de privacidad ni de protección de datos.
Muchas empresas se han llevado una desagradable sorpresa cuando han
descubierto que al llevar estas aplicaciones como Dropbox y Drive a la
empresa dejaban de cumplirse las normas legales y sus certificaciones de
gestión.
3) No son aplicaciones diseñadas para múltiples usuarios.
Los problemas comienzan con tan solo dos usuarios, con conflictos de
archivos, desorden de carpetas, borrados y otro tipo de problemas.
Imaginemos cuando la empresa tan solo tiene 30 usuarios manejando los
documentos, el caos es irremediable.
4) No aplican criterios empresariales.
En la empresa existen unas reglas para el acceso y manipulación de la
información. No todo el mundo puede tener copias de todos los
documentos, acceder a ellos, manipularlos e incluso borrarlos o cambiar
la propia estructura organizativa de la empresa. Ese caos es el que
introducen aplicaciones como Dropbox o Drive cuando alguien piensa que:
lo que le ha sido útil a nivel individual será útil para la empresa con
multitud de empleados accediendo a la información.
La nube aporta ubicuidad pero esto no debe llevar al desorden
Poder tener nuestros archivos disponibles en la Nube es una ventaja
tan enorme que nos ciega y se convierte en lo más importante o lo único.
Tras los ataques de Ransomware hace unos meses pude descubrir la
obstinación de muchos con Drive y Dropbox. Puede leer con gran sorpresa
como algunos recomendaban que para protegerse del Ransomware se usara
Dropbox o Drive y de esta manera tener una copia de los archivos en la
Nube. Lo que estaban haciendo era recomendar a la gente que precisamente
instalara en sus ordenadores un agente transmisor del virus. Era como
decirles que para detener la gripe lo mejor es ir a un sitio concurrido y
toser encima a la gente.
La información puede estar en la Nube sin que esto suponga sembrar el
desorden o el caos. De hecho el lugar más seguro y apropiado para los
archivos y la información de la empresa es la Nube. Piense en un banco,
¿dónde están los datos de su cuenta corriente? Resulta que esos datos
están en una Nube, el lugar centralizado que tiene el banco desde hace
años para almacenar la información de sus clientes. En este caso no
caben dudas de que centralizar la información es la solución, nadie
piensa que se debería de sincronizar la información de las cuentas de
los clientes del banco en cada ordenador de cada empleado de cada
sucursal.
Centralizar en la Nube aporta orden en la empresa.
Almacenar en la Nube aporta ubicuidad para disponer de los archivos.
Centralizar la información y los archivos en la Nube es otra cosa.
Hasta la aparición del almacenamiento en el a Nube las empresas han
venido utilizando servidores de archivos locales o discos duros
centralizados. En cualquier caso se habían establecido ciertos criterios
para el acceso y preservación de la información.
Un sistema que centraliza los datos de la empresa debe disponer de las siguientes características:
- Centralización. Es lo contrario de distribuir los archivos en multitud de ordenadores como hacen Dropbox o Drive.
- Control de acceso. La información de la empresa y en este caso los archivos solo debe estar disponible para aquellos empleados que trabajan con ella y la necesitan.
- Trabajar sin dejar huella. No debemos dejar copias de los archivos de la empresa en diferentes ordenadores o dispositivos. Las versiones centralizadas son las únicas válidas.
- Compartir archivos con control. Se ha de controlar quién maneja los archivos de la empresa. Compartir con Dropbox o Drive implica perder el control de dónde acaban los archivos.
- Seguridad. El sistema central puede ofrecer más garantías que uno distribuido, existe un único punto de acceso que vigilar. El sistema ha de haber sido diseñado para esto, recordar los 65 millones de cuentas hackeadas de Dropbox.
- Preservación. Incorporar mecanismos de copias de archivos y backup en otra localización.
- Integridad. No permitir que cualquier empleado sea dueño y señor de la estructura de carpetas y archivos que la empresa ha establecido, esto ocurre con Dropbox y Drive.
Si un sistema de almacenamiento dispone de las características
anteriores, tan solo se necesita que sea fácil de manejar por todos los
empleados. Entonces la empresa podrá establecer los criterios de acceso y
su estructura organizativa de archivos y carpetas. Cuando todos los
empleados conocen la estructura y sus parcelas de acceso comienza a
establecerse un orden que agiliza de forma definitiva el trabajo con los
documentos.
Dataprius es de los pocos sistemas que están orientados a organizar
la empresa y no solo a que los archivos estén almacenados en la Nube.
Fuente: https://blog.dataprius.com/index.php/2017/08/21/organizar-archivos-en-la-empresa-o-tan-solo-almacenarlos-en-la-nube/
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