por Frankie Rendón
La llegada de Internet ha puesto en cuestión la necesidad de bibliotecas y bibliotecarios. Ahora que casi todo está disponible en línea, ¿realmente necesitamos bibliotecas y bibliotecarios? Por supuesto que sí … ahora, más que nunca.
Según Luis Herrera, bibliotecario de la ciudad de San Francisco, “Las bibliotecas son más relevantes que nunca. Se trata de un lugar de crecimiento personal y reinvención, un lugar para la ayuda a la navegación en la era de la información, un lugar de encuentro para la participación cívica y cultural y un lugar de confianza para la preservación de la cultura. ” (Herrera, 2012) En los últimos años las bibliotecas se han mantenido a la par de los cambios tecnológicos e incluso han aumento su relevancia, cuando otras entidades como las librerías tradicionales todavía están considerando ver cómo mantenerse en la era digital.
El contenido fundamentalmente disponible en la Web y los medios electrónicos ha cambiado la dinámica de cómo operan y administran su misión las bibliotecas. En 2010 cerca de 300 millones de estadounidenses utilizaron los servicios de la biblioteca. En el pasado la biblioteca era un centro silencioso de libros y cuadros, hoy el ambiente es muy diferente. El 86% por ciento de las bibliotecas ofrecen servicios de acceso a Internet inalámbricos y más del 20% ofrecen ordenadores para los visitantes fomentando el estudio, la colaboración y la investigación. Además de los servicios in situ, las bibliotecas ofrecen acceso en línea a los archivos digitalizados, prestan libros electrónicos, música, videos, y audiolibros, e incluso dispositivos.
La American Library Association (www.ala.org ) tiene un lema “La mejor lectura, para el mayor número de personas, con el menor costo” este lema fue adoptado hace más de 120 años atrás, y tal vez nunca ha sido más relevante que ahora. Actualmente, la ALA establece 4 dimensiones principales para el desarrollo estratégico de la biblioteca:
Física (para Bibliotecas Virtuales) – Creación de un equilibrio entre las instalaciones físicas y la creciente demanda de materiales digitales.
Individual (para Bibliotecas Comunitarias) – Conciliar las necesidades de las personas con la participación de la comunidad.
Colección (para la Creación de Bibliotecas) – Transformar las instalaciones de las bibliotecas para la creación de medios de comunicación, no sólo de consumo.
Portal (para Bibliotecas de Preservación) – Equilibrar las necesidades de archivos físicos y digitales.
Estas prioridades refuerzan todos los aspectos cambiantes de la industria editorial, así como las necesidades de los usuarios de la biblioteca. En el pasado los bibliotecarios fueron los guardianes de los libros y los asesores de los visitantes de la biblioteca. Ahora las responsabilidades han cambiado dramáticamente, los bibliotecarios en esta era digital proporcionan acceso, orientación y formación a los materiales físicos y electrónicos en línea sin dejar de ser la vanguardia de las grandes bases de datos digitales.
En muchos casos, los bibliotecarios se han convertido en maestros en la formación sobre el uso de los servicios bibliotecarios digitales y muchas bibliotecas se han convertido en centros de capacitación tecnológica que ofrecen formación gratuita o de bajo costo a través de una amplia variedad de medios. Los bibliotecarios de hoy son más que administradores de libros, videos y archivos digitales, sino que también son miembros clave de la comunidad y de sus relaciones públicas. Muchos organizan y acogen eventos de la comunidad, la red de bibliotecas junto con otras bibliotecas y sistemas son fundamentales para fomentar la interacción y para aumentar la calidad de los materiales disponibles para sus usuarios.
El nuevo paisaje de la era digital y el efecto que tiene sobre los bibliotecarios no está exento de desafíos. Actualmente, los profesionales de la información, deben mantenerse al día de los últimos desarrollos a través de todas las tecnologías y medios, mientras que todavía proporcionan funciones del bibliotecario tradicional en la biblioteca física. A la luz de la evolución del panorama de la biblioteconomía, los programas de Master en Ciencias de Información y Documentación se han adaptado para ser más inclusivos en los nuevos desarrollos tecnológicos y los medios de formación. Los programas de grado se han transformado y adaptado para satisfacer las necesidades del entorno de la información cambiante que conlleva la ventaja de conocer lo último en gestión de la información y el desarrollo de competencias sobre la recopilación, organización y gestión de la información, así como los preceptos teóricos básicos de la biblioteconomía y la práctica profesional.
Hoy en día, los bibliotecarios son más valiosos que nunca antes debido a su amplio conocimiento, experiencia, habilidades de relaciones con la comunidad, y su pasión por la transmisión de conocimientos, en un contexto en el que un valor fundamental tan importante, ahora como siempre, es cualquiera de las alfabetizaciones sociales desarrolladas por las bibliotecas y los bibliotecarios.
La cantidad de información disponible en Internet es asombrosa, buscar y encontrar las mejores vías para la investigación y el acceso a las publicaciones digitales es abrumador sin la guía de alguien que hace su trabajo desarrollando ese tipo de habilidades de una manera fiable; porque el bibliotecario es conocedor de las necesidades de información, de las fuentes y de los sistemas de recuperación de la información.
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