«Doctrina Cristiana», Lima, 1584 (Primer libro impreso en el
Perú). Los antecedentes de la Biblioteca Nacional del Perú se remontan a 1568,
cuando la Orden Jesuita funda el Colegio Máximo de San Pablo y establece la
existencia de una Biblioteca de la Orden. La influencia de esta congregación en
el desarrollo de la historia del libro en nuestro país fue determinante,
principalmente porque en 1584 promueve la introducción de la imprenta en Lima,
alojando en el local del Colegio de San Pablo al turinés Antonio Ricardo y su
imprenta. Con este equipo, se imprime el primer libro de la América Meridional:
Doctrina Christiana, y catecismo para
instrvcción de indios, y de las demás personas, que han de ser enseñadas en
nuestra Santa Fé. ...traduzido en las
dos lenguas generales, de este Reyno,
Quichua, y Aymara. Ciudad de los
Reyes, por Antonio Ricardo... Año de MDLXXXIII. En el citado local, se funda en
1616 el Colegio de Caciques para indios nobles, institución que a partir de
1767, luego de la expulsión de los jesuitas, se denominará Colegio del
Príncipe. La Biblioteca de la Orden es concedida entonces a la Universidad
Mayor de San Marcos, pero manteniendo su ubicación física en el colegio de la
Orden.
Decreto de fundación de la Biblioteca Nacional (Lima, 28 de
agosto de 1821). Proclamada la independencia del Perú, el Libertador José de
San Martín expide el Decreto de Creación de la Biblioteca Nacional, el 28 de
agosto de 1821, documento que en su primer artículo indica que: «Se
establecerá una Biblioteca Nacional en esta capital para el uso de todas las
personas que gusten concurrir a ella»; con lo que manifiesta que la
nueva institución estará al servicio de toda la nación. En febrero de 1822 se
nombra como primer bibliotecario de esta institución a Mariano José Teodoro de
Arce Bedrigal, prócer de la independencia y canónigo del Cabildo Eclesiástico
de Lima. El 31 de agosto del mismo año, se promulga el Reglamento de la
Biblioteca Nacional del Perú y el 17 de setiembre se inaugura la Biblioteca
Nacional del Perú en el local que había ocupado hasta 1767 la «Casa de
Estudios» de los jesuitas, Colegio Máximo de San Pablo, con 11256 volúmenes que
pertenecieron a las bibliotecas de la Universidad Mayor de San Marcos,
comunidades religiosas, principalmente la de los jesuitas; donativos de
Bernardo Monteagudo, Hipólito Unanue, José Joaquín de Olmedo, Pérez de Tudela
y, en especial, la biblioteca particular de José de San Martín, en un total de
762 volúmenes, 101 cuadernos, 6 libros en blanco, 84 cartas geográficas,
grabados y planos.
En 1822, también se expide un Decreto que obliga a los
impresores del territorio a remitir a la Biblioteca, ejemplares de todo lo que
se dé a luz en las respectivas imprentas.
Lamentablemente durante su período inicial, la Biblioteca
Nacional, convivió con el desarrollo de las luchas emancipadoras, motivo por el
cual durante la ocupación de Lima por parte de las fuerzas realistas entre 1823
y 1824, fuera saqueada en dos ocasiones, siendo afectada buena parte de su
colección, hecho que se refleja en el bando emitido por el gobierno peruano el
17 de julio de 1823: «Todo el que sepa de los libros extraídos de la Biblioteca
General, o de los intereses que de ella faltan, lo denunciará inmediatamente:
en la inteligencia de que tanto el que los tenga, como el que sepa de ellos y
no los entregue o denuncie, será expatriado siendo de clase, y no siéndolo será
enrolado en las filas del ejército».
Luego de los saqueos de que fuera objeto, por disposición del
Libertador Simón Bolívar se ordena la reorganización de la biblioteca. En 1830,
ya se considera la existencia de una partida destinada a la compra de libros,
con el fin de incrementar la colección, la que provendría de un impuesto de 3%
sobre el precio de la importación de libros, cifra que se elevaría en 1840 a un
6%. Hacia 1866 la biblioteca contaba con tres salas de lectura, un depósito y
su colección ascendía a 29530 volúmenes y 470 manuscritos, prestándose atención
diaria a 25 lectores.
Otro hecho que marcaría de manera fatal la historia de la
Biblioteca Nacional y la integridad de su colección sería la Guerra del
Pacífico, cuando la ciudad de Lima sufrió la ocupación por parte de las fuerzas
chilenas, entre 1881 y 1883, período en el cual uno de los salones de la
Biblioteca fuera destinado a servir de caballeriza a uno de sus batallones y
los libros y documentos administrados sin control. El impacto que causó este
acontecimiento es notable si se considera que hacia 1880 su colección estaba
constituida por 56127 volúmenes, que incluía valiosas ediciones de la Biblia,
clásicos griegos y latinos, incunables europeos, ediciones plantinianas,
elzeverianas, etc., manuscritos notables, entre ellos procesos de la
Inquisición, memorias de virreyes, documentos sobre la Compañía de Jesús, entre
otros; colección reducida de manera significativa, conforme lo consigna Ricardo
Palma, encargado de la reconstrucción de la Biblioteca, en su informe al
Ministro de Justicia, el 12 de noviembre de 1883: «Biblioteca no existe; pues
de los cincuenta seis mil volúmenes que ella contuvo sólo he encontrado
setecientos treinta y ocho...».
Ricardo Palma (Director de la Biblioteca Nacional, 1883-1912).
El tradicionista Ricardo Palma es una figura representativa en esta época de la
Biblioteca Nacional del Perú, quien además de recibir el encargo oficial de
reconstruirla, se convierte en el «Bibliotecario mendigo» al aprovechar sus
relaciones personales para con las figuras eminentes de América y España en
beneficio del incremento de la colección bibliográfica; logró recibir
importantes donaciones de amistades, intelectuales y entidades privadas y
públicas del Perú y el exterior. El impacto de la gestión de Palma se percibe
tempranamente en 1884, cuando los estantes de la Biblioteca están ocupados por
27824 volúmenes, de los cuales 8315, con el sello de la antigua Biblioteca,
habían sido devueltos por particulares; cifras que hacia el año 1900 se elevan
a los 34750 volúmenes, 835 periódicos, 1326 volúmenes de folletos y papeles
varios, 340 manuscritos, prestando servicio a 2873 lectores, conforme la
Memoria de Ricardo Palma, de ese año. En 1912, Palma renuncia a la Dirección de
la Biblioteca, asumiendo el cargo de manera sucesiva diversas personalidades de
la época: Manuel González Prada (1912-1914 y 1916-1918), Luis Ulloa Cisneros
(1914-1916), Alejandro O. Deustua (1918-1928) y Carlos A. Romero Martínez
(1928-1943).
Sala de lectura, circa 1930El 10 de mayo de 1943 será presa
de un incendio que la destruyera casi en su totalidad, perdiéndose valiosas
colecciones de incalculable valor histórico. Al efecto se nombra una Comisión
encargada de su reconstrucción y se llama a Jorge Basadre para dirigir y
organizar la Biblioteca, que debía resurgir de entre las cenizas. De acuerdo
con la Comisión, recomienda que por motivos históricos se levante el nuevo
local en el lugar que siempre había funcionado, sobre el que se encuentra
emplazada a la fecha. El historiador Jorge Basadre es otra figura importante en
la historia de la institución, ya que inicia lo que se conoce como la tercera
Biblioteca, señalando al hacerse cargo de la Dirección que la reconstrucción se
haría sobre la base de un plan técnico, que además contemplaba la creación de
la Escuela de Bibliotecarios, como centro de formación de los futuros
responsables de la gestión bibliotecaria, asimismo se edita en octubre del
mismo año el primer número del Boletín de la Biblioteca Nacional y en 1944 la
revista Fénix, que con sus artículos de investigación ejerció fuerte influencia
sobre la ciencia histórica peruana.
En 1945 la Biblioteca se hace cargo de la compilación de la
Bibliografía Nacional, editando al efecto una publicación denominada Anuario
Bibliográfico Peruano, cuyo primer número correspondió a la producción
bibliográfica peruana y peruanista de 1943.
Jorge Basadre (Director de la Biblioteca Nacional, 1943-1948).
En junio de 1948 Jorge Basadre renuncia a la Dirección de la Biblioteca,
dejando inauguradas cinco salas de lectura: Niños, Perú, Ciencias, Humanidades
e Investigaciones Bibliográficas. Cristóbal de Losada y Puga es nombrado como
nuevo director, quien ejercerá funciones hasta su fallecimiento en 1961,
dejando aperturadas dos salas más, Física Nuclear y Energía Atómica, además de
aprobarse como producto de su gestión la Ley de Derechos de Autor, N.º 13714
(31.10.1961). Le sucedió Rubén Vargas Ugarte S. J., quien muy tempranamente
renuncia al cargo en julio de 1962, siguiéndole en la gestión Carlos Cueto
Fernandini, quien luego de su nombramiento como Ministro de Educación en 1966
dejara la Dirección a Guillermo Lohmann Villena, y este a Estuardo Núñez Hague
en 1969.
Estuardo Núñez retomará la política editorial iniciada por
Palma, imprimiéndose diversos títulos, muchos de ellos representativos de la
cultura peruana y que serán presentados durante los actos conmemorativos del
Sesquicentenario de la Independencia del Perú y de la Fundación de la
Biblioteca Nacional, hecho que se suma a la creación de la Biblioteca Piloto
José de San Martín. En 1973 es nombrada directora María Bonilla de Gaviria,
cargo que ejercerá hasta 1980, periodo en el cual se publicó el Catálogo de
Autores de la Colección Peruana de la Biblioteca Nacional, en 6 tomos, que
cubre la producción bibliográfica peruana y peruanista de los periodos
1553-1977. José Tamayo Herrera detentará la Dirección de la Biblioteca en dos
periodos, 1981-1982 y 1990-1992, en los cuales se logra la creación del
Patronato de la Biblioteca Nacional y se prepara el Proyecto de Ley del Libro.
Colección Raúl Porras Barrenechea, Héctor López Martínez
ejercerá muy brevemente el cargo de director durante 1983, sin embargo inicia
el proceso para obtener la autonomía de la Biblioteca Nacional. Durante la
gestión de Franklin Pease García Irigoyen, 1983-1986, se implementa un
laboratorio de microfilmación con la cooperación internacional, se incrementa
notablemente la colección de incunables y libros raros, además de organizarse
administrativamente el Sistema Nacional de Bibliotecas. El 18 de agosto de 1986
asume la Dirección Juan Mejía Baca, librero y editor reconocido de entonces,
con quien se logra la autonomía económica, administrativa y técnica de la
Biblioteca, se publica la Colección Perulibros, en 12 pequeños tomos, y se
inician los trabajos editoriales para la futura publicación de la Biblioteca
Básica Peruana.
En 1991 se promueve la renovación de su organización e
infraestructura, nombrándose una comisión presidida por su director, Pedro
Gjurinovic, (1991-1992), tarea que luego será asumida por Martha Fernández
(1992-2001). En esa década se fortaleció la organización, remodelando su local,
renovando las colecciones, mejorando los servicios bibliotecarios y expandiendo
notablemente el ámbito de influencia del Sistema Nacional de Bibliotecas. Se
actualizó la Ley de Depósito Legal y se puso en funcionamiento la Agencia ISBN.
En el año 2001, Sinesio López Jiménez asume la dirección y se
propone el objetivo de integrar a la Biblioteca Nacional en un mundo
globalizado, poniendo énfasis en la difusión de información y la conservación
efectiva de su patrimonio bibliográfico-documental, además de impulsar la
construcción de la nueva sede institucional del primer repositorio
bibliográfico documental del país.
Nicolás Díaz Sánchez
(Biblioteca Nacional del Perú)
Fuente: http://www.cervantesvirtual.com/portales/biblioteca_nacional_del_peru/historia/
Actual Jefe Institucional de la Biblioteca Nacional del Perú,
Ezio Neyra
Magagna .
El Ministerio de Cultura designó a Ezio Neyra Magagna jefe
institucional de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), según lo establece la
Resolución Suprema N° 001-2020-MC, publicada hoy en las Normas Legales del
diario El Peruano, y suscrito por el Presidente de la República, Martín
Vizcarra, y la Ministra de Cultura, Sonia Guillén.
Cabe destacar que Ezio Neyra Magagna es escritor y profesor
universitario. Fue director de la Dirección del Libro y la Lectura del
Ministerio de Cultura. Doctor en Estudios Hispánicos por la Universidad de
Brown (Estados Unidos). Además, es Magíster en Estudios Hispánicos, en la misma
universidad. Bachiller en Sociología por la Pontificia Universidad Católica del
Perú. Editor independiente. Profesor de literatura en universidades de Chile,
Cuba, Estados Unidos, México y Perú. Entre sus temas de investigación figuran
las industrias culturales, políticas de promoción del libro y la lectura, entre
otros. Autor de tres novelas y un libro de no ficción.
Fuente: https://www.bnp.gob.pe/ezio-neyra-magagna-es-designado-jefe-institucional-de-la-biblioteca-nacional-del-peru/#:~:text=Ezio%20Neyra%20Magagna%20es%20designado,Biblioteca%20Nacional%20del%20Per%C3%BA%20%7C%20BNP
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