En la última década, confiar nuestras fotos y archivos a la nube ha pasado a formar una parte tan corriente de nuestra vida cotidiana que apenas pensamos en ello. Servicios como Dropbox, iCloud y Google Photos recopilan sigilosamente datos personales desde nuestros móviles. Pero mantener estos centros de datos que almacenan toda esta información no es tan fácil como parece.
Además de desarrollar, alimentar y refrigerar estas enormes instalaciones, los medios físicos en los que los datos se almacenan requieren de una atención constante. Una unidad de disco duro, parecida a las que encontramos en un ordenador de mesa, necesita reemplazarse cada tres o cinco años. Al añadir capacidad de almacenamiento extraordinaria constantemente, la gestión de todos esos datos se ha convertido en una carga cada vez más pesada para los proveedores de informática en la nube.
AVANCE
Ahora Microsoft ha anunciado un gran avance con un formato de almacenamiento totalmente novedoso: el cristal. A diferencia de las unidades de disco duro, el almacenamiento en cristal puede durar cientos o miles de años. El material no se degrada y es resistente a la corrupción de datos, conocida como bit rot procedente del calor, las inundaciones o las radiacionas solares, que a veces pueden afectar al almacenamiento magnético.
Project Silica, desarrollado por el departamento de Investigación de Microsoft en Cambridge y la Universidad de Southhampton, es un intento de avanzar en el almacenamiento adaptado a las necesidades en la nube, no de los dispositivos personales.
"Si empezamos de cero y encontramos algo adecuado para la nube, todo se plantea desde una escala completamente distinta", explica Ant Rowstron, director de investigación y subdirector de laboratorio de Microsoft Research Cambridge. "Hemos hecho todo lo que podíamos hacer con los actuales soportes para servidores y con los medios de almacenamiento", explica.
A principios de noviembre, Microsoft y Warner Bros hicieron una demostración de Project Silica almacenando la película Superman de 1978 en un trozo de cristal de 7,5 x 7,5 centímetros. Microsoft también lo ha probado poniendo la base de código para Windows 10 en una pieza de cuarzo de 2,5 x 2,5 cm. Aunque esta tecnología está en su fase inicial, se ha hecho posible gracias a los avances en el láser infrarrojo.
Los llamados láser de femtosegundo, similares a los que se utilizan en la cirugía ocular, son mucho más rápidos y más precisos. Si una pulsación de láser es demasiado larga o potente, el cristal se puede romper. Pero la técnica de Project Silica integra decenas de capas de datos en el cristal en una técnica similar al pixelado tridimensional. Los datos se leen arrojando luz a través del cristal. Los algoritmos del aprendizaje automático pueden acelerar este proceso recurriendo al almacenamiento en cinta para encontrar los datos adecuados.
Todavía hay algunas barreras para trasladar la tecnología al desarrollo en la nube. Dado que sólo se puede escribir una vez en cada pieza de cristal, el formato no es reutilizable como las unidades de disco duro. Y por el momento es un proceso bastante lento. No obstante, a pesar de la aparente fragilidad del cristal, Rowstron confía que, en los próximos años, Silica acabe siendo una resistente forma de almacenamiento.
Fuente. https://www.expansion.com/economia-digital/innovacion/2019/12/01/5de439bbe5fdea72208b457b.html?cid=SMBOSO22801&s_kw=twitter&fbclid=IwAR1Iy05MspBNQz1quptCLF_VG1cyCdo6QL_Oz7BNn5KtuoHO7S2tUNtIA18
TIM BRADSHAW | FINANCIAL TIMES
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