Es muy frecuente comenzar a leer un libro y quedarse dormido. Pero a veces es necesario leer algo importante, como una clase, un estudio o un reporte y es necesario que te mantengas despierto. No siempre es fácil concentrarse para poder leer, pero a continuación encontrarás una serie de pasos que te ayudarán a concentrarte y disminuir el sueño al leer.
PASOS
Duerme bien. Si sigues un horario de sueño irregular o duermes menos de 8 horas al día, difícilmente lograrás concentrarte en cualquier actividad.
- Debes asignarte un horario específico para dormir para que tu cuerpo se acostumbre. De esta manera no querrás dormir en cualquier momento del día, solo durante las horas especificadas.
Sigue una dieta saludable. Incluye en tu dieta alimentos que tengan hierro. Para concentrarte mejor, el cerebro necesita oxígeno que es transportado por los glóbulos rojos de la sangre. Si tu cuerpo no tiene suficiente hierro disponible, no podrá fabricar suficientes glóbulos rojos.
- Ejemplos de alimentos ricos en hierro son las lentejas, los cereales integrales, el hígado de carne vacuna, la soja, las acelgas y espinacas, la carne en general.
- Evita las frituras y preparaciones que contengan mucha grasa antes de empezar a leer, puede que el proceso de digestión o los malestares estomacales puedan desviar tu atención y te dé sueño.
Consume alimentos que tengan azúcar antes de empezar a leer. Las uvas pasa son altamente recomendables, pues son una fuente natural de glucosa que se absorbe inmediatamente por el cerebro. El cerebro necesita de este azúcar para funcionar adecuadamente.
Consume bebidas a base de cafeína. A menos que esté contraindicado para ti, el consumo de bebidas que tengan cafeína, como café, té negro o té verde, te ayuda a mantenerte despierto y a evitar periodos de somnolencia.
Haz un poco de ejercicio ligero antes de empezar a leer. A algunas personas les funciona bastante bien. El ejercicio ayuda a tu metabolismo y te despeja, por lo que te puedes concentrar mejor.
Evita leer después de haber recargado demasiado el estómago. No intentes leer inmediatamente después de haber tenido una comida pesada. Cuando consumimos alimentos en abundancia, la mayor parte de la sangre se desvía a el estómago y los intestinos para poder llevar a cabo la digestión, dejando al cerebro sin tanta sangre para poder concentrarse.
Distrae tu atención. Si te da sueño luego de leer algunas páginas, aparta tu vista de las hojas y del libro y échale un vistazo alrededor del lugar en el que estás por algunos segundos (no menos de 30 seg). El cambio de enfoque, de corto a largo, ayuda a disminuir el cansancio que la lectura genera. Vale la pena intentarlo, aunque tengas que parar cada dos páginas para mirar afuera. Al principio, vas a concentrarte mejor y con el tiempo requerirás hacer esto en menor medida.
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