jueves, 23 de abril de 2015

Relajarse nos hace sentir bien


La Relajación es nuestro estado natural, proporciona, principalmente, un estado de descanso profundo a la vez que se regula el metabolismo, ritmo cardíaco y respiración, nos libera de nuestras tensiones, tanto musculares como psíquicas que se han acumulado con el paso del tiempo.
La Relajación mejora el riego sanguíneo, armoniza la respiración, los latidos del corazón, distiende los músculos, etc, proporcionando una intensa sensación de bienestar, calma y tranquilidad, cercana a la del sueño profundo, pero en estado de vigilia. La persona se encuentra en un estado de sensibilidad y receptividad natural aumentada, atenta al más alto nivel, a través de cada una de las células de su cuerpo. En esos momentos se gasta el mínimo de energía, consiguiendo, como consecuencia, una respuesta muy positiva, esencialmente a un nivel psicológico.
Relajarse es indispensable para hacer frente a la vida diaria donde las prisas, los miedos y el estrés nos acechan en todo momento.

Quien practica la Relajación debe desconectar del exterior en ese momento por completo y centrarse en su interior, en su propio y auténtico ser, siendo esta forma la mejor manera de escucharse a sí mismo-a, observar sin crítica y tomar conciencia para que el cuerpo y la mente trabajen en perfecta sintonía. Luego en nuestra vida cotidiana, nuestro cuerpo y nuestra mente se sentirán notablemente rejuvenecidos, llenos de energía y vitalidad. 

La Relajación puedeAliviar el dolor de cabeza.
·     Vencer el insomnio.
·     Reducir la presión arterial y controlar los problemas producidos por la hipertensión.
·     Aliviar dolores musculares, en especial de espalda y cuello.
·    Aumentar la creatividad, sobre todo cuando se experimente alguna especie de “bloqueo          mental”.
·     Controlar las crisis de angustia.
·     Reducir los niveles de colesterol.
·     Reducir el estrés general y alcanzar la paz interior y el equilibrio emocional.
·   Aliviar los síntomas de la ansiedad (mareos, palpitaciones, angustia, trastornos gástricos, náuseas, vómitos, dificultades respiratorias, inquietud, aturdimiento, dolores torácicos, entumecimiento de las extremidades, espasmos de las manos y pies, sudoración, diarrea, estreñimiento, irritabilidad, miedo, problemas para relacionarse con los demás). 

Es importante señalar que la Relajación no pretende, sustituir la visita a su médico o sustituir un tratamiento que éste le haya prescrito, si padece alguna enfermedad debe seguir los consejos de su médico y a la vez practicar las técnicas de Relajación más adecuadas, las cuales harán que se acelere su proceso de curación.

¿Cómo aprender a relajarse?
Por lo general la Relajación, si se realiza correctamente, ejercerá un efecto inmediato, al término de la primera sesión ya se sentirá más sereno y calmado. A veces, en los primeros intentos de practicar dichos ejercicios,  el cuerpo reacciona como un caballo salvaje que no quiere ser domesticado, así veremos, por ejemplo, que nos entran ganas de orinar, que acuden a nuestra mente pensamientos con gran fuerza (tareas pendientes, los niños, el trabajo, etc); por otro lado también puede que el cuerpo se rebele ante una situación novedosa para él y que no controla, es decir, acostumbrado a sus tensiones, cuando le damos la orden de relajarse no es de extrañar que se produzcan sobresaltos, es la reacción normal ante una situación de pérdida de control sobre nuestro cuerpo, todo ello desaparecerá con el perfeccionamiento. Los beneficios físicos y emocionales empezarán a ser evidentes cuando llevemos varias semanas de práctica con regularidad. Los ejercicios de Relajación debemos hacerlos a diario, es un entrenamiento, para poder obtener los numerosos beneficios que conlleva. Una vez comenzamos a notar estas mejoras es importante continuarlo, por el resto de nuestras vidas, para que su efecto sea permanente. Esto no supondrá un esfuerzo, solo al principio, porque una vez que sepamos relajarlos con facilidad, podremos conseguirlo en unos instantes. Cuando lleve algún tiempo practicando la técnica de a Relajación descubrirá que ésta se ha convertido en parte de su persona. Observará que puede relajarse espontáneamente con solo permanecer sentado un momento o respirar de forma consciente.
  

Mª LUISA MORO DÍAZ
Certificada por la Escuela canadiense Stott Pilates y por la 
Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Europea de Madrid.
Especialista en suelo (Matwork) en máquinas (Cadillac, Reformer, Barrels)
Titulada en Especiales
(lesiones,enfermedades,pre-post natal, post-quirúrgico, discapacidades, obesidad…). 


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