Las Técnicas Documentales del Archivo, se desarrollan en el marco de la Archivología, por lo que nos es necesario realizar un análisis previo sobre algunos aspectos que nos conciernen sobre este contexto.
Las
técnicas se convierten en especialidades, al desarrollarse en su contexto, como
partes de un conjunto. Este hecho nos permite considerar necesariamente un
proceso, una evolución histórica, un desarrollo continuo con miras al futuro.
Susceptible de convertirse en método, por ser un conjunto de técnicas empleadas
para la prosecución de un fin determinado.
Si
observamos un expediente, por ejemplo, sabemos que se realiza un trámite causado
por un individuo; esos documentos son utilizados para determinados fines
burocráticos, los documentos manifiestan contenidos de realidad, segmentos de
la realidad. Un documento de identificación, es utilizado por su propietario,
no sólo como acto de reconocimiento de su identidad, sino como imperio de un
derecho ciudadano.
Podemos
asegurar entonces que los documentos "objetivan" acciones de modo que
un documento sin "objetivación" puede ser una simple
"curiosidad". De ahí la legalidad de los archivos.
El
desarrollo de la Documentación (entendida como tal) es posterior, pero tampoco
podemos afirmar en que momento exacto se da este proceso, si podemos deducir;
que al acumularse una cantidad considerable y suficiente de documentos, se
patentiza la necesidad de Clasificar, Ordenar y Describir, generando la
Documentación propiamente dicha.
Los
elementos descriptivos utilizados por los Archivos pueden considerarse como
primeras formas de la Documentación especializada, su verdadero desarrollo
surge en las últimas décadas.
En la
actualidad, los sistemas de información de los poderes públicos; las
Instituciones creadas para facilitar información especializada, los avances
tecnológicos aplicados a los documentos y a la Documentación; han ampliado el
campo de conocimientos sobre distintos procedimientos, técnicas y leyes
utilizadas por los Archivos.
Podemos
afirmar con certeza que gran parte de la economía y el desarrollo de las
naciones, se sustenta en la cantidad y calidad de Documentación e Información
que posee.
La
Revolución Industrial impulsó el vertiginoso desarrollo de la Documentación, en
Inglaterra más rápidamente que en Francia; al incrementar las múltiples manifestaciones
como en el aspecto agrícola, jurídico, social y en el aspecto técnico.
Este cúmulo
de actividades permite comprender la importancia que representa la
Documentación: "Ayer los descubrimientos de los sabios permanecían
estérilmente en sus portafolios o en los Archivos de las academias y los
fabricantes no sospechaban que la aplicación de los mismos podía serles muy
útil en sus operaciones... Hoy... el fabricante consulta al sabio... existe la
mayor confianza entre el fabricante y el químico"[1],
por consiguiente la necesidad de información se hace patente; La fundación de
los Archivos Nacionales de Francia en l749 genera el principio de
centralización en núcleos específicos los documentos producidos en las
actividades administrativas.
Los
inventos y su perfeccionamiento continuo aceleran más el flujo documental, la
máquina de escribir, el papel carbónico, incrementa la producción documental
agravada por el continuo crecimiento demográfico, tal como nos confirma Lasso
de la Vega, que la mayor preocupación del siglo XIX es el exceso de producción
documental.
Los
documentos se constituyen como testimonios fieles del hombre, de su conducta y
su trascendencia manifiesta; determinada por aspectos sicológicos, culturales,
sociales, históricos, religiosos, sobre todo como una manifestación permanente
de su conocimiento.
Lo cierto
es que la voz Archivo y su derivado Archivología, ha sido mal conceptuada
desde sus orígenes etimológicos, puesto que hay autores que sostienen su origen
de la raíz griega ARKEIN, que significa proteger o resistir, o de la raíz
ARCHE, que significa principio u origen, cuyo derivado corresponde a ARCHEION.
Otros autores sostienen que el término archivo deriva del latín ARCIVIUM,
ARCHIVIUM, ARCHIVUM. Esta última trascendió en las lenguas para el concepto de
guarda-documentos.
Lo evidente
es que en griego se decía CHARTOPHILAKION o GRAMMATOPHILAKION, al lugar donde
se depositaba la documentación, y al encargado o guardián se lo denominaba
CHARTOPHILAX.[2]
Lo que
actualmente denominamos Archivo, en latín se llamaba TABULARIUM que contenía
las TABULAS o registros públicos, y más específicamente se llamaba TABULARIUS
al Archivo Público. En cambio al encargado del tabularium se le llamaba
CARTARIUS. LOGIUM Y LOGEUM también significan Archivos en el latín.[3]
Para
concluir el aspecto etimológico consideramos definitivamente que la
Archivología deriva del latín archivium, comúnmente utilizado, y las raíces
griegas logos-ia, se utilizaron para darle el carácter de estudio o tratado
(logos) y la terminación (ia) como determinante de ciencia o disciplina.
Por
consiguiente, decimos que la Archivología es la ciencia o disciplina que
estudia los Archivos.
Este concepto resulta ser muy simple, puesto que el término Archivo ha desarrollado su contenido.
Este concepto resulta ser muy simple, puesto que el término Archivo ha desarrollado su contenido.
Se hace
necesario aclarar que los términos Archivología, Archivística y Archivo no son
sinónimos como generalmente se los emplea. La Archivología engloba todo el
estudio teórico, su fundamentación e investigación. La archivística se ocupa de
las técnicas que se han de emplear en el manejo de la Documentación; y los
Archivos, son los núcleos repositorios de los documentos, objeto formal de la
Archivología.
Es
conveniente aclarar que si todo hecho social es irrepetible, en este caso todo
hecho-orgánico-social es irrepetible en la medida que es idéntico a sí mismo.
La generalización como tal es un proceso de abstracción del archivista o
Archivólogo y no es inherente a sólo una parte de la realidad; como
consecuencia la generalización es relativa al campo de aplicación de los
conocimientos archivísticos y no tiene validez universal absoluta.
Este
concepto permite sobre todo que la Archivología formule generalizaciones en
diferentes grados de amplitud y profundidad, según sean sus necesidades de
acuerdo a su desarrollo propio.[4]
La
Archivología como Ciencia tiene sus variantes metodológicas, adecuando las
posibilidades de generalización al tipo de institución o entidad que produce
los documentos, o al punto de vista con que se lo enfoque, siempre que ese
enfoque guarde relación con el objetivo trazado.
De estos
conceptos obtenemos que también puede auxiliarse de la metodología de otras
ramas del saber por su misma naturaleza, adecuando las posibilidades de generalización
al tipo de institución o al punto de vista con que se lo enfoque sin apartarse
de lo que son sus principios básicos como conocimiento y método científico y
sobre todo sin referirse de un método privativo.
La
Archivología recurre al método administrativo en su aspecto práctico. Si sólo
se tratara de eso le daríamos la razón a Giulius Batelli por considerarla como
una disciplina pragmática; pero, al adquirir elementos del método histórico,
-puesto que la materia de la Archivología es el Archivo y su contenido, es una
etapa de transición, un paso crítico al decir del Dr. Tanodi, al existir una
simbiosis histórico-administrativa, después de esta simbiosis y la selección
documentaria, se determina específicamente la calidad histórica de los
documentos.
Pero lo más
importante es la práctica absorción del método Diplomático para la
determinación de los caracteres documentales, primer paso para la DESCRIPCIÓN
que lo estudiamos en el presente trabajo. No nos
alejan estos conceptos del desarrollo de la Información, al contrario nos
acercan cada vez más, a los Centros de Documentación e Información.
fuente: http://www.mundoarchivistico.com/
[1]Chaptal, Extracto "L'industrie Francaise 1819.
Cf. Schuhl, Loc. cit. Pág. 61. en Ducase, Pierre. op. cit. págs. 128/129
[2]Tanodi, Aurelio. Manual de Archivología
Hispanoamericana, Teorías y Principios, Centro Interamericano de desarrollo de
Archivos. U.N.C. Dirección General de Publicidad, Córdoba. Primera Parte,
Tercera reimpresión, 1979, págs. 1/2 en llamada 1.
[4]Copes, Maria Isabel, La Historia como ciencia.
Iniciación de las Ciencias Sociales. U.C.S.F. Ficha 1. Unidad I. pág. 22 La Fundamentación lograda para la
Historia, es tomada como modelo para la fundamentación Archivológica.
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