sábado, 4 de abril de 2015

Archivología y archivos

     
        Las Técnicas Documentales del Archivo, se desarrollan en el marco de la Archivología, por lo que nos es necesario realizar un análisis previo sobre algunos aspectos que nos conciernen sobre este contexto.

Las técnicas se convierten en especialidades, al desarrollarse en su contexto, como partes de un conjunto. Este hecho nos permite considerar necesariamente un proce­so, una evolución histórica, un desarrollo continuo con miras al futuro. Susceptible de convertirse en método, por ser un conjunto de técnicas empleadas para la prose­cución de un fin determinado.

Si observamos un expediente, por ejemplo, sabemos que se realiza un trámite cau­sado por un individuo; esos documentos son utilizados para determi­nados fines burocráticos, los documentos manifiestan contenidos de realidad, segmentos de la realidad. Un documento de identificación, es utilizado por su pro­pietario, no sólo como acto de reconocimiento de su identidad, sino como imperio de un derecho ciudadano.

Podemos asegurar entonces que los documentos "objetivan" acciones de modo que un documento sin "objetivación" puede ser una simple "curiosidad". De ahí la legalidad de los archivos.
El desarrollo de la Documentación (entendida como tal) es posterior, pero tampo­co podemos afirmar en que momento exacto se da este proceso, si podemos dedu­cir; que al acumularse una cantidad considerable y suficiente de documentos, se patentiza la necesidad de Clasificar, Ordenar y Describir, generando la Documentación propiamente dicha.

Los elementos descriptivos utilizados por los Archivos pueden considerarse como primeras formas de la Documentación especializada, su verdadero desarrollo surge en las últimas décadas.
En la actualidad, los sistemas de información de los poderes públicos; las Instituciones creadas para facilitar información especializada, los avances tecnológicos aplicados a los documentos y a la Documentación; han ampliado el campo de co­nocimientos sobre distintos procedimientos, técnicas y leyes utilizadas por los Archivos.

Podemos afirmar con certeza que gran parte de la economía y el desarrollo de las naciones, se sustenta en la cantidad y calidad de Documentación e Información que posee.
La Revolución Industrial impulsó el vertiginoso desarrollo de la Documentación, en Inglaterra más rápidamente que en Francia; al incrementar las múltiples manifes­taciones como en el aspecto agrícola, jurídico, social y en el aspecto técnico.

Este cúmulo de actividades permite comprender la importancia que representa la Documentación: "Ayer los descubrimientos de los sabios permanecían estérilmente en sus portafolios o en los Archivos de las academias y los fabricantes no sospecha­ban que la aplicación de los mismos podía serles muy útil en sus operaciones... Hoy... el fabricante consulta al sabio... existe la mayor confianza entre el fabricante y el químico"[1], por consiguiente la necesidad de información se hace patente; La fundación de los Archivos Nacionales de Francia en l749 genera el principio de centralización en núcleos específicos los documentos producidos en las actividades administrativas.

Los inventos y su perfeccionamiento continuo aceleran más el flujo documental, la máquina de escribir, el papel carbónico, incrementa la producción documental agravada por el continuo crecimiento demográfico, tal como nos confirma Lasso de la Vega, que la mayor preocupación del siglo XIX es el exceso de producción documental.

Los documentos se constituyen como testimonios fieles del hombre, de su conduc­ta y su trascendencia manifiesta; determinada por aspectos sicológicos, culturales, sociales, históricos, religiosos, sobre todo como una manifestación permanente de su conocimiento.
Lo cierto es que la voz Archivo y su derivado Archivología, ha sido mal concep­tuada desde sus orígenes etimológicos, puesto que hay autores que sostienen su origen de la raíz griega ARKEIN, que significa proteger o resistir, o de la raíz ARCHE, que significa principio u origen, cuyo derivado corresponde a ARCHEION. Otros autores sostienen que el término archivo deriva del latín ARCIVIUM, ARCHIVIUM, ARCHIVUM. Esta última trascendió en las lenguas para el concepto de guarda-documentos.
Lo evidente es que en griego se decía CHARTOPHILAKION o GRAMMATOPHILAKION, al lugar donde se depositaba la documentación, y al encargado o guardián se lo denominaba CHARTOPHILAX.[2]

Lo que actualmente denominamos Archivo, en latín se llamaba TABULARIUM que contenía las TABULAS o registros públicos, y más específicamente se llamaba TABULARIUS al Archivo Público. En cambio al encargado del tabularium se le llamaba CARTARIUS. LOGIUM Y LOGEUM también significan Archivos en el latín.[3]

Para concluir el aspecto etimológico consideramos definitivamente que la Archivología deriva del latín archivium, comúnmente utilizado, y las raíces grie­gas logos-ia, se utilizaron para darle el carácter de estudio o tratado (logos) y la terminación (ia) como determinante de ciencia o disciplina.
Por consiguiente, decimos que la Archivología es la ciencia o disciplina que estudia los Archivos. 

Este concepto resulta ser muy simple, puesto que el término Archivo ha desarrollado su contenido.
Se hace necesario aclarar que los términos Archivología, Archivística y Archivo no son sinónimos como generalmente se los emplea. La Archivología engloba todo el estudio teórico, su fundamentación e investigación. La archivística se ocupa de las técnicas que se han de emplear en el manejo de la Documentación; y los Archivos, son los núcleos repositorios de los documentos, objeto formal de la Archivología.

Es conveniente aclarar que si todo hecho social es irrepetible, en este caso todo hecho-orgánico-social es irrepetible en la medida que es idéntico a sí mismo. La generalización como tal es un proceso de abstracción del archivista o Archivólogo y no es inherente a sólo una parte de la realidad; como consecuencia la generaliza­ción es relativa al campo de aplicación de los conocimientos archivísticos y no tiene validez universal absoluta.

Este concepto permite sobre todo que la Archivología formule generalizaciones en diferentes grados de amplitud y profundidad, según sean sus necesidades de acuerdo a su desarrollo propio.[4]

La Archivología como Ciencia tiene sus variantes metodológicas, adecuando las posibilidades de generalización al tipo de institución o entidad que produce los documentos, o al punto de vista con que se lo enfoque, siempre que ese enfoque guarde relación con el objetivo trazado.

De estos conceptos obtenemos que también puede auxiliarse de la metodología de otras ramas del saber por su misma naturaleza, adecuando las posibilidades de generalización al tipo de institución o al punto de vista con que se lo enfoque sin apartarse de lo que son sus principios básicos como conocimiento y método cientí­fico y sobre todo sin referirse de un método privativo.

La Archivología recurre al método administrativo en su aspecto práctico. Si sólo se tratara de eso le daríamos la razón a Giulius Batelli por considerarla como una disciplina pragmática; pero, al adquirir elementos del método histórico, -puesto que la ma­teria de la Archivología es el Archivo y su contenido, es una etapa de transición, un paso crítico al decir del Dr. Tanodi, al existir una simbiosis histórico-adminis­trativa, después de esta simbiosis y la selección documentaria, se determina especí­ficamente la calidad histórica de los documentos.

Pero lo más importante es la práctica absorción del método Diplomático para la determinación de los caracteres do­cumentales, primer paso para la DESCRIPCIÓN que lo estudiamos en el presente traba­jo. No nos alejan estos conceptos del desarrollo de la Información, al contrario nos acercan cada vez más, a los Centros de Documentación e Información.

fuente: http://www.mundoarchivistico.com/

[1]Chaptal, Extracto "L'industrie Francaise 1819. Cf. Schuhl, Loc. cit. Pág. 61. en Ducase, Pierre. op. cit. págs. 128/129
[2]Tanodi, Aurelio. Manual de Archivología Hispanoamericana, Teorías y Principios, Centro Interamericano de desarrollo de Archivos. U.N.C. Dirección General de Publicidad, Córdoba. Primera Parte, Tercera reimpresión, 1979, págs. 1/2 en llamada 1.
[3]Diccionario ilustrado latino-Espanol, ed. Spes. pág. 283
[4]Copes, Maria Isabel, La Historia como ciencia. Iniciación de las Ciencias Sociales. U.C.S.F. Ficha 1. Unidad I. pág. 22 La Fundamentación lograda para la Historia, es tomada como modelo para la fundamentación Archivológica.

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