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El control de autoridad puede definirse como:
- Proceso realizado para mantener consistencia en la forma verbal usada para representar un punto de acceso en el catálogo, así como el posterior proceso de mostrar las relaciones entre nombres, obras y temas. Arlene G. Taylor, Wynar’s introduction to catalonging and classification
- El control de autoridades es beneficioso para los catalogadores, a los que posibilita identificar y distinguir entre los puntos de acceso controlados dentro de un catálogo y, aún más importante… beneficia a los usuarios finales, ya que les permite buscar por cualquier forma controlada del nombre del autor o de un título para recuperar los recursos bibliográficos de los catálogos. FRAD
- Ayuda a proveer estructura y uniformidad a la información, haciéndola más accesible y valiosa para el usuario de la biblioteca. Robert E. Wolverton, Becoming and authority on authority control…
Sin embargo de la mano de RDA llegan algunas novedades
enraizadas en FRBR (su base conceptual), lo cual implica la necesidad de
conocer una familia de nuevos modelos conceptuales como son:
FRAD (Requisitos Funcionales de los Datos de Autoridad):
Su desarrollo se planteó desde 1999 y fue presentado en la 70
Conferencia General de IFLA en Buenos Aires (2004) como una extensión y
expansión de FRBR, añadiendo numerosas entidades y atributos, define a
las entidades, sus atributos y sus relaciones necesarias para las tareas
de control de autoridad, incluidas las tareas del usuario: encontrar e
identificar. Apoya diversas implementaciones del registro de autoridad.
Busca dos objetivos:
1) Proveer entendimiento sobre cómo funcionan actualmente los Registros de autoridad;
2) Clarificar y subrayar conceptos que dan las bases para mejorar o refinar las prácticas de autoridad en el futuro.
Es un modelo basado en entender QUÉ hacen los catalogadores; y en el CÓMO utilizan esa información los usuarios.
Su implementación busca apoyar las cuatro tareas del usuario planteadas
por FRBR (aunque también podemos relacionarlas con lo que buscan los
directivos de la biblioteca –las tres primeras- y los bibliotecarios
mismos (las cuatro):
- Encontrar: una entidad o grupo de entidades que respondan a cierto criterio;
- Identificar: una entidad;
- Contextualizar: un lugar, persona, organismo corporativo, obra, etc. en su contexto;
- Justificar: documentar en el registro de autoridad la razón del catalogador para elegirá ese nombre o forma de nombre en el cual está basado cierto punto de acceso
FRAD define los datos de autoridad como “la suma de
información acerca de una persona, familia, entidad corporativa u obra,
cuyo nombre se utilice como base para un punto de acceso controlado en
las citas bibliográficas, en los registros de un catálogo de biblioteca o
base de datos bibliográficas.”
ISADN (International Standard Authority Data Number)
Identificadores únicos asignados a registros de autoridad para
facilitar la cooperatividad y solucionar problemas como: la duplicidad,
simplificar el mantenimiento de vocabularios controlados, ajustar el
despliegue (la utilización de un único encabezamiento autorizado, es
decir, una única secuencia de caracteres de texto que identifique a una
entidad, en el enfoque bibliotecario tradicional, pero se ha demostrado
que este tratamiento no sirve en el ámbito internacional, pues se
necesita disponer de nombres que puedan entenderse, en distintas lenguas
y alfabetos), entre otros. Aparentemente, este sistema puede resultar
muy ventajoso, ya que los números funcionan en cualquier sistema o
aplicación y son independientes de la lengua (aunque esto no es
totalmente cierto, puesto que muchas lenguas no utilizan el sistema de
números arábigos utilizado en occidente).
Lo sé, al parecer los catalogadores somos fanáticos de utilizar
acrónimos extraños y bizarros incluso en su pronunciación, para terminar
recordemos que RDA incluye como uno de sus grandes cambios el
contemplar la creación de Registros de Autoridad: la Segunda parte de
RDA se avoca a registrar datos para identificar Nombres, Familias u
Organismos Corporativos así como elementos núcleo para la identificación
de dichas entidades, con base en FRAD) y una Tercera parte que aún no
ha sido terminada respecto de las Entidades que pueden ser temas
(Conceptos, Objetos, Eventos y Lugares).
Debates sobre el control de autoridad
Algunos critican la inversión que implica para la catalogación realizar un adecuado control de autoridad, el tiempo invertido y la labor del catalogador, frente al valor reducido que representa para la recuperación, además de que el espectro documental al que puede ser aplicado se ha reducido (mayormente documentos impresos).
El catálogo es una herramienta que busca principalmente ahorrar tiempo y para esto requiere de estructuras basadas en los Principios de Paris (actualizados en 2009) a fin de “ser un instrumento efectivo y eficiente que posibilite al usuario… encontrar un conjunto de recursos que representan todos los recursos relacionados con una persona, familia u organismo corporativo”.
Con todo, por distintas razones los usuarios no siempre encuentran lo
que buscan, lo cual plantea otro fuerte cuestionamiento a la
realización del Control de Autoridad, hoy día cuando la web derriba
barreras físicas para el acceso ¿estamos dispuestos a
costear la negligencia de los obstáculos semánticos que contaminan el
horizonte informacional? ¿nuestros directores creerán que un control de
autoridad realizado parcialmente vale la pena?
Dado que el control de autoridad actual este fundamentalmente basado
en la investigación del catalogador lo hace muy caro y no se puede
realizar a gran escala sin una inversión fuerte. Una
alternativa sería el registrar información sobre autoridades antes de
publicar un recurso, involucrando a editores, autores, investigadores y
bibliotecarios haciendo que dicha información sea más valiosa.
Sin embargo, frente a sus detractores la tarea del Control de autoridades es altamente valorada por los bibliotecarios profesionales, según el artículo “Name authority work today” de Susan Burke y Jay Shorten, siendo una tarea hecha mayormente por bibliotecarios con grado de maestría, además de realizarse casi exclusivamente dentro de bibliotecas académicas; algunos factores que influyen en su realización son el tamaño de las bibliotecas, el número de su personal y claro su presupuesto.
La Biblioteca del Congreso de Estados Unidos cuenta con el programa NACO (Name Authority Cooperative Program) y SACO (Subject Authority Cooperative
Program) que invita a bibliotecas extranjeras, instituciones
individuales o en grupos, a participar en la creación de registros de
autoridad de nombre y registros de autoridad temáticos, esto puede ser
visto como la manera de las bibliotecas latinoamericanas para aportar
los nombres de sus autores e incluso propuesta de sus temáticas en la
forma adecuada de nuestra lengua.
Obras consultadas:
- Burke, Susan K. (2010) Name authority work today : a comparison of types of academic libraries. Library Resources & Technical Services. 54 (1): 4-20
- Danskin, Alan. Spelling it all out: FRAD, ISNI, RDA, VIAF : automation and the future of authority control. Catalogue & Index. (158) 17-20
- Patton, Glenn E. (2006) FRAR: Extending FRBR concepts to authority data. ICBC 35 (2): 41-45
Fuente: http://www.infotecarios.com/sobre-el-control-de-autoridad-en-tiempos-de-cambio/ Por ClaudiaEscobarV
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