martes, 1 de septiembre de 2015

Una breve historia del libro ( II ) El libro en la era mecánica



Los siglos XIX y XX supusieron, como consecuencia directa de la revolución industrial, que el libro alcanzara un desarrollo desconocido hasta entonces. Los avances técnicos y su aplicación a los procesos productivos cambiaron definitivamente los métodos artesanos de tiempos pasados por sistemas mecanizados más rápidos y efectivos. Por otro lado, el libro dejó de ser patrimonio de minorías privilegiadas ya desde comienzos del siglo XIX y fue llegando a todos los sectores de la población en el siglo XX, gracias a la generalización de la educación y al auge del periodismo, que fomentó enormemente el interés por la lectura. Entre los avances técnicos que consolidaron la mecanización de la imprenta en el siglo XIX podemos destacar: la utilización de la pasta de papel y la fabricación de la hoja de papel continuo, los nuevos procedimientos de composición mecánica de textos (linotipia y monotipia), las nuevas prensas (prensa de vapor y prensa rotativa) y las técnicas de ilustración (litografía, linotipia y fotograbado). En el siglo XX todos estos descubrimientos fueron mutando hacia nuevas formas cada vez más perfeccionadas que permitieron aumentar el ritmo de producción y abaratar los costes. Las máquinas impresoras y encuadernadoras se fueron automatizando gracias a la tecnología informática. La linotipia y monotipia del siglo anterior son sustituidas por la fotocomposición y ésta, a su vez, por la autoedición. Los siguientes adelantos técnicos, como consecuencia de la aplicación combinada de herramientas informáticas y telemáticas, fueron la técnica conocida como computer to film, que permitía el envío de la imagen desde el ordenador a la superficie de una película (fotolito); y la técnica que superó a ésta, actualmente en uso, conocida como computer to plate, que permite pasar directamente la imagen desde el ordenador a la plancha de impresión. La impresión digital parece el siguiente paso lógico en esta evolución; no obstante, la producción mediante esta técnica es normalmente baja y se utiliza en tiradas pequeñas, constituye la llamada “impresión bajo demanda” (print on demand). Otro fenómeno de este periodo es la comercialización masiva del libro y los cambios que tuvieron lugar en la empresa editorial, sobre todo, por el efecto combinado de tres aspectos claves: los adelantos en el campo de las artes gráficas, que permitieron el abaratamiento del producto, haciéndolo más accesible; la educación, cada vez más generalizada; y el auge de la cultura en todos los ámbitos sociales. En el siglo XX la función del editor se independizó de la del impresor y el librero. Para atender a la gran demanda de libros, aparecieron importantes editoriales que impulsaron nuevas vías y modernos métodos de comercialización y distribución de los libros. Algunos de estos métodos son los clubes del libro, la venta por correo y el libro de bolsillo. Actualmente, las ediciones de bolsillo siguen teniendo gran éxito, su origen se remonta al año 1935, con la colección Penguin Books del inglés Allen Lane. Se trata de un libro de pequeño formato, encuadernado en rústica, muy económico y que suele contener obras clásicas y modernas ya consagradas. Los primeros clubes del libro surgieron en Estados Unidos en la segunda década del siglo XX con el propósito de orientar a sus socios en las lecturas más recomendables. En lo que se refiere a la venta por correo, el editor o el librero, mediante anuncios en prensa, a través de catálogos o utilizando Internet, pone sus libros a disposición del cliente. En cuanto a las bibliotecas, desde la segunda mitad del siglo XIX se inicia el actual proceso de completo desarrollo. Poco a poco han ido surgiendo diferentes tipos de bibliotecas (públicas, universitarias, nacionales, municipales, infantiles, www.lafabricadelibros.com especializadas, etc.) y, como servicio público, han consolidado su función activa en la difusión de la cultura. Entre sus avances más significativos está la profesionalización del bibliotecario, los nuevos métodos de cooperación entre bibliotecas y la informatización de los registros. En los últimos años, si bien asistimos a una expansión creciente con nuevas construcciones o ampliaciones de bibliotecas existentes, se ha de hacer frente al problema de la falta de espacio, como consecuencia del constante aumento de ejemplares en sus fondos, en forma de libro tradicional o en otros soportes audiovisuales: CD, DVD, CD-ROM, etc.

Fuente: http://lafabricadelibros.com/pdf/Historia.pdf

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