«¿Mujer
genio?, ¿cómo es eso?, ¿ y mejor que Da Vinci? ¡Imposible!», es lo que
piensa un lector habitual. Pero al leer el resto de la historia,
entenderá por qué sus prejuicios no tienen cabida en la realidad, y que
desconoce a una de las mentes más geniales de todos los tiempos.
Entre
sus logros intelectuales como astrónoma está haber demostrado
el movimiento de los equinoccios y el cálculo exacto de sus movimientos.
Su incansable observación del Sistema Solar le hizo recopilar estudios
sobre los planetas y el astro luminoso. Entre los doce libros que
escribió en este campo del conocimiento se encuentran; Sobre la longitud y las estrellas, así como, Sobre la explicación de los eclipses lunares y Sobre la procesión de los equinoccios.
Durante la niñez de Wang Zhenyi
—que ocurrió durante la primera etapa de la Dinastía Qing, en China—
ninguna mujer tenía derecho a la educación. Su única ocupación permitida
era hacerse cargo del hogar y sus maridos. Sin embargo, la familia
donde le tocó crecer tenía una inclinación profunda por la poesía —por
parte de su abuela— las matemáticas y la astronomía —por parte del
abuelo— y la medicina —por su padre—.
La
pequeña vivió sus primeros años rodeada de libros sobre ciencia y arte,
lo que alimentó su genuina curiosidad por el mundo donde reposaban sus
pies. No fue fácil, pero tampoco era algo imposible. Zhenyi no se
resignaría a quedarse en casa mientras su vida pasaba haciendo el papel
que los demás le obligaban a actuar. Si no había maneras de prepararse,
habría que inventarlas. Fue así como de manera autónoma nutrió su mente y
espíritu con el material que tenía a su alcance.
Conoció
a la perfección el Teorema de Pitágoras y tenía un perfecto
entendimiento de trigonometría y aritmética. La enorme capacidad que
tenía para estas esferas del conocimiento y su facilidad por escribir,
la llevaron a condensar todo ese conocimiento en diversos textos donde
desmenuzaba todos los conceptos básicos matemáticos.
El amor vino como sorpresa y —penosamente—
su matrimonio fue el motor que levantó su fama. Las personas comenzaron a
conocer su trabajo como poeta y al paso del tiempo se le permitió dar
clases —claro, a estudiantes varones—. Su producción literaria fue
también prolífica llegando a sumar 13 libros de poesía.
Las personas que
conocían su matrimonio se indignaban por lo diferente que era del
resto: ella no dejaba de escribir ni investigar; continuaba tomando
transgrediendo las leyes feudales de la época. El fatal e inexorable
destino se llevó la vida de esta mujer cuando apenas tenía 29 años. No
tenía hijos, pues había dedicado toda su vida a sus pasiones
intelectuales.
Como
científico, ingeniero, botánico, músico inventor y artista, Da Vinci
gozó de una inmejorable fama mundial desde el siglo XVI, Wang Zhenyi fue
borrada de la historia; como muestra, quizá esta es la primera vez en
la vida que escuchas algo sobre ella. Fue hasta 1994, cuando Unión
Astronómica Internacional “bautizó” con su nombre a un cráter en el
planeta Venus.
Fuente: https://culturacolectiva.com/historia/wang-zhenyi-supero-a-da-vinci-y-la-historia-la-olvido?fbclid=IwAR1dxlBH6QT9_H32Vm1LAnYjAoJuRoOnk0kdmqSIL-tV-OyYI08oRN3IViQ
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