miércoles, 23 de noviembre de 2016

La joven bibliotecaria





















La joven bibliotecaria siempre
lleva puesto su vestido rojo ceñido
y sus pantis de malla fina.

La joven bibliotecaria dibuja
cada día sus labios con un rojo
brillante y bien perfilado.

Lo joven bibliotecaria cuida
su peinado hasta el ultimo
detallle, con especial atención
a sus bucles y a sus tirabuzones.

Desde hace algunos meses
se han duplicado las fichas
de acceso a la vieja biblioteca.

No vayan a pensar que la causa
sea un aumento en la calidad y cantidad
en los fondos bibliográficos.

No ha habido cambios
sustanciales a este respecto.
Cuando a las diez de la mañana se oye
el rítmico repiqueteo de sus tacones
sobre el suelo encerado,
una brizna de aire fresco
nos invade a los lectores.

Miradas de soslayo.
Suspiros casi imperceptibles.
Anhelos invisibles y celosamente
disimulados guardados en el celofán
de los imposibles.

Es una dicha y un tormento
visitar la biblioteca.
Cada día esperas la hora bruja con empeño.
Y cada día también te dejas dominar
por el desasosiego.

¿ Qué hacer entonces ?.
Solamente tengo ante mi
una salida practicable,
cambiar de biblioteca.

¿ Podré resistir las largas
horas de lectura y consulta,
muchas veces tediosas
y casi siempre monótonas ?.

¿ Soportaré la falta
de la joven bibliotecaria
con su halo de misterio
y su caminar cadencioso y sensual ?.

José Herrera

Fuente: http://jeronimocarrera.blogspot.es

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